Regala orgasmos con una dama de compañía

Cómo lograr que el orgasmo femenino sea más largo

El orgasmo femenino es uno de los procesos biológicos más complejos y arduos de describir. Una de las preguntas que Shere Hite incluyó en los cuestionarios que realizó para elaborar su Estudio sobre la sexualidad femenina fue «Por favor, describa lo que es un orgasmo para usted. ¿Qué sensaciones corporales experimenta?» Las respuestas no pudieron ser más diversas, aunque todas coincidían en algo: era una experiencia bestial:

«Noto en mi vagina un placer casi frenético, mezcla de comezón y dolor, y también en la zona clitórica, que parece insaciable, y es también extremadamente cálido, y pierdo el control de todo… Luego se produce una explosión de increíble calor y alivio. Realmente resulta indescriptible y no lo puedo explicar en absoluto con palabras.»

«Lo siento en la base de la vagina. Es una sensación de ardor, de hormigueo, sintiendo deseos de saltar y gritar.»

«La sensación física es bellamente atroz. Empieza en el clítoris y también penetra en toda mi zona vaginal

«Una maravillosa felicidad, no comparable con ninguna otra».

Dame un orgasmo YA

«Quien dijo que el orgasmo no era importante para una mujer fue, sin duda, un hombre.» La mujer que afirmó esto no estaba desorientada; en aquel entonces, los médicos y los sacerdotes certificaban que las mujeres no tenían necesidad de experimentar orgasmos, que si los experimentaban con el clítoris eran sexualmente inexpertas (sancionando, por lo tanto, la masturbación), que la manera normal de tenerlo era durante el coito y que si no lo experimentaban, la culpa era de ellas.

No es de extrañar que tras descubrir que podían no sólo tener orgasmos sino ser multiorgásmicas y que los hombres habían pasado olímpicamente de desempeñarse en la cama para proporcionárselos, algunas afirmaran sin pestañear «No tener un orgasmo (después de la excitación y habiéndose corrido él) es peor que la abstinencia total. Me hace sentir deprimida y desanimada. Renunciaría por siempre a un hombre incapaz de proporcionarme uno.»

Esta mujer renunciaría a él, pero otras afirmaron que cuando él se corría y las dejaba a medias sin intentar que ella llegase, sentían indiscutibles deseos de matarlo. Antes de matar a nadie deberíamos romper los tópicos que afirman que es el hombre el que debe procurarnos placer mientras que nosotras debemos adoptar una actitud pasiva, como les ocurría a estas mujeres a las que se les negaba la oportunidad de pedir lo que deseaban en la cama ya que los hombres reaccionaban disgustados ante la petición de una mujer «insaciable».

Los tiempos han cambiado. Toda la responsabilidad de nuestro placer no debe recaer en el hombre, es injusto para él y para nosotras; pero también es injusto negarnos la obtención del mismo. Somos responsables de nuestro placer. Está en nuestras manos encontrarlo y, como veremos en este artículo, aumentarlo.

El orgasmo femenino

Las mujeres solemos experimentar o tener experiencias orgásmicas diferentes a las de los hombres. Aunque tanto hombres como mujeres podemos ser multiorgásmicos, como descubrió Kinsey, parece ser que las mujeres podemos tener más orgasmos en una hora que ellos. En su estudio sobre el multiorgasmo realizado en 2006 los médicos William Hartman y Marilyn encontraron una mujer que fue capaz de experimentar 134 orgasmos en una hora, mientras que el máximo logrado por un hombre fue de 16.

El orgasmo femenino puede ser más largo que el del hombre (nos referimos al orgasmo eyaculatorio, no al orgasmo de la fase contráctil). Habitualmente, el orgasmo de las mujeres puede llegar a durar hasta 20 segundos a diferencia del de los hombres, cuyo máximo es de ocho. Según los investigadores, el responsable de esto es la dopamina. El área tegmental ventral, localizada cerca de la base del cerebro, es la responsable de liberar dopamina. Esta área, 70% más grande en mujeres, se activa durante el orgasmo en una relación sexual; los investigadores consideran que esta diferencia de tamaño es la responsable de que las mujeres tengan orgasmos más duraderos que los hombres y que se involucren emocionalmente con sus parejas sexuales.

20 segundos no está nada mal, pero según los doctores Steve y Vera Bodansky en The Illustrated Guide to Extended Massive Orgasm o Guía ilustrada del orgasmo extendido y masivo, es posible alcanzar reacciones de hasta una hora a través de técnicas que retardan la tensión de los vasos sanguíneos.

El Orgasmo masivo extendido (EMO) como lo denominan en su libro, es una experiencia enérgica, intensa, enloquecedora. Se siente como una ola orgásmica que crece onda a onda hasta la cumbre varios minutos después. Esta experiencia puede durar minutos y horas. Según las que lo han experimentado, después de tenerlo se sienten muy felices, la relación sentimental se enriquece; aumenta la intimidad, la confianza sexual, la comunicación y se muestran más generosas con el otro. No me extraña nada.

¡¿CÓMO CONSEGUIRLO?! Oigo que gritan por ahí. Coged papel y boli que vamos a explicarlo.

Cómo conseguir un Orgasmo extendido y masivo

Reconocer su placer.

Para experimentar orgasmos duraderos cada mujer debe entender su sexualidad y asumirla. El primer paso es librarse de los obstáculos que le oprimen: complejos, inseguridades, miedos, traumas, condicionamientos sociales, prejuicios familiares, comunes asumidos. Cada mujer debe trabajar su interior, ya sea de manera individual o buscando asesoramiento profesional para liberarse de esas ataduras, aceptar su sexualidad y aprender a vivirla libremente.

Si lo hace, todos esos traumas dejarán de ser los «otros no invitados en su cama» y podrá centrarse en vivir su sexualidad con plena libertad.

Reivindicar nuestro tiempo

The Huffington Post preguntó a varios sexólogos estadounidenses cuáles eran los problemas que más se repetían entre sus pacientes; según Cathy Beaton, uno de ellos es «No hay tiempo para el sexo. Nos queremos, pero no tenemos tiempo ni para la intimidad ni para el sexo en nuestra ajetreada vida.» Según la doctora, generalmente es una excusa para enmascarar problemas sexuales emocionales y físicos más complejos.

De todos modos, es innegable que la vida acelerada que vivimos influye en la cama. A veces estamos tan agotados que echar un polvo acaba siendo una competición maratoniana para llegar al orgasmo, algo que influye negativamente en las mujeres, ya que según estadísticas de 2012, los españoles empleamos 15,2 minutos en la relación sexualpropiamente dicha, mientras que el tiempo medio mundial es de 19,2. No es de extrañar que un 84% de los hombres asegurara alcanzar el orgasmo cada vez que tiene relaciones sexuales, mientras que sólo el 55% de las mujeres lo logran.

La relajación mental es esencial para conseguir un orgasmo de larga duración y resulta complicado relajarse mentalmente cuando sabemos en nuestro interior que el hombre está mirando el reloj. Los preliminares no deben ser una excusa para excitar a la mujer y así poder follar con ella buscando la eyaculación, sino un placer en sí mismo. Es una cuestión de respeto.

Aprender sexualidad

Invierte tiempo en aprender a conocer tanto tu sexualidad como la sexualidad en general. La masturbación es una herramienta muy útil para aprender a conocer tu cuerpo y sus reacciones. También leer libros y manuales sobre el cuerpo, el sexo, y la respuesta sexual para conocer mejor nuestra respuesta sexual y aprender a controlarla. Conocer nuestro cuerpo y el cuerpo de nuestro amante, su respuesta sexual y la nuestra, lo que nos gusta y cómo nos gusta enriquecerá la relación.

No obstante, creo que es un error seguir este consejo a rajatabla porque podemos caer en el extremo contrario como vimos en el reportaje sobre El imperio del sexo en el que las mujeres se quejaban de un exceso de información que acababa convirtiendo el sexo en una tarea más que en algo placentero. También hay que tener cuidado como señala Sylvia de Béjar en la entrevista que le realizamos de la información basura que repite hasta la saciedad tópicos y limita la sexualidad a la genitalidad, dejar de lado que hay otros factores que influyen en ella de un modo determinante como las emociones, los condicionantes sociales, la educación recibida, etc.

Disfrutar del sexo con el otro

Para conseguir el orgasmo extendido masivo se requiere relajación mental y física. Ésto se logra previamente aprendiendo ejercicios de meditación, relajación, control del suelo pélvico, canalización de energía y en el momento de la experiencia sexual, con la pareja. Hay que dedicar tiempo al sexo y vivirlo como una fiesta: preparar un ambiente adecuado con velas, almohadas, música excitante y aperitivos sensuales; darse un largo baño de espuma. Acariciar sin prisas, jugar, reír, acariciar, besar. Excitar al otro estimulando sus sentidos. Deleitarse en el momento. Disfrutar del camino.

Hablar del sexo con el otro

La falta de comunicación es otro de los graves problemas en las parejas. Parece mentira que seamos capaces de abrir la boca para realizar una mamada, pero no para decirle a nuestra pareja lo que nos gusta en la cama. Si no expresamos lo que deseamos y lo que no estamos dispuestos a soportar creyendo que el otro debe predecirlo como si fuera telépata, con el tiempo el resentimiento se incrustara en la relación ya que le culparemos de nuestra insatisfacción. Además, si compartimos nuestros deseos y cómo nos gusta, por ejemplo, que nos acaricien, le damos al otro la posibilidad de hacerlo enriqueciendo nuestra vida sexual.

Aprender a canalizar la energía

Los doctores Steve y Vera Bodansky recomiendan una técnica tántrica: no centrar las sensaciones en los genitales, sino extenderlas por todo el cuerpo aprendiendo a canalizar la energía. ¿Cómo hacerlo? Como vimos en el hombre multiorgásmico, visualizando que la energía (excitación si prefieres verlo de este modo) brota del sexo y se extiende como una ola por el vientre ascendiendo por todo el cuerpo.

Controlar el orgasmo

Según Steve y Vera Bodansky, cuando el cuerpo se tensa, se contraen los vasos sanguíneos y se reduce la cantidad de sangre y de oxígeno que corre por el organismo; eso hace que el orgasmo sea más breve de lo que debería. Para evitarlo, hay que controlar las caricias y los movimientos de manera que tanto uno como otro estén cerca del orgasmo, pero sin caer en él, manteniéndose, por lo tanto, cerca del punto de no retorno, pero sin traspasarlo.

La mejor manera de conseguir que una mujer experimente un orgasmo intenso es a través de la masturbación, ayudándose de lubricante si es necesario. Estimular con calma su clítoris alternando con los puntos erógenos de la vagina y parar cuando ella sienta que se aproxima peligrosamente al orgasmo; ésto la llevará a un estado de excitación muy profundo.

Si ella a su vez controla su excitación con la respiración profunda, la canalización de la energía y el dominio de los músculos del suelo pélvico, la intensidad de la estimulación aumentará. Cuando, finalmente, se abandone, experimentará olas orgásmicas que ascenderán una tras otra prolongando el orgasmo durante horas.